sábado, 1 de enero de 2011

Treinta y uno.


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Me estaba hartando de ver a tanta gente susurrarse cosas bonitas. Demasiados  "Te quiero" y  "Te amo" aquella noche. Todos alrededor de mi. ¿Y porque me daba tanta rabia? El hecho de que no tuviera a alguien a mi lado que también me dijera que quería pasar el resto de su existencia conmigo, puede que influyera.
No pude evitar acordarme de él.
¿Que estaría haciendo? Puede que también le deseara a su chica un feliz año nuevo.
Su chica... Bah.
Preferí no darle más vueltas al asunto, intentar disfrutar de la fiesta, hasta que sonó aquella canción. Las lágrimas amenazaban en caer. Una resbaló, pero pasó desapercibida. 

Fue aquella noche cuando me di cuenta de que estaba jodida. Bueno, mejor dicho, me di cuenta de que estaba jodidamente enamorada.

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1 comentario:

  1. El final del año es una época de mucha sensibilidad, reencuentros, pensamientos, reflexiones. Quizás era tu turno de recordar esa historia, o mas bien darte cuenta que no la has olvidado del todo.

    Animo, y feliz 2011, se que podrás con todo.

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