lunes, 19 de abril de 2010

Dreaming.

- Oye...¿Sabes que tengo un problema?
- No. Como puedes comprender, tengo mi propio trabajo. Y es genial, pero también jodido.
- Ya, ya...¬¬ ¿Pero puedo contartelo?
- ¿Para que?
- Para que me des tu opinión.
- Mira, antes de nada, ¿Sabes cual es la solución más rapida a todos los problemas?
- No. ¿Cual es?
- PASAR DE TOOODO. No le hagas caso a nadie. No te fies de nadie, no confies en nadie, ni siquiera de tu propia sombra. Que la muy hija de puta es capaz de salir del suelo, envolverte y ahogarte.
- Tú estas tonto ._.
- ¡Escúchame! ¿No querias mi opinión?
- ¡Vale, vale! Ya te escucho ¬¬
- Hazme caso. Lo mejor es vivir en tu propio mundo, a tu bola, pasando de todo. Con tus amigos, con tu gente, pero sin pasarse. ¿Me entiendes? Montarte tus propias paranoias, tus fantasias, tus sueños por cumplir...
- ¿Como esto?
- Exacto. No sé si sabes que estás hablando con una copia del chico al que quieres. No soy el original, si no el que tu mente ha formado.
- Lo sé, soy consciente... Estoy enferma.
- ¿Que? ¡Para nada!
- ¿Como que no? Intento pensar que harias tú cuando las cosas me van mal, siempre estas presente en todo lo que hago... y ni siquiera te conozco. ¿Eso no es estar enferma?
- Desde mi punto de vista, no.
- ¡Que vas a tener tú punto de vista si eres un producto de mi imaginación!
- ¿Que te he dicho? ¡Pasa de lo que diga la gente!
- ¡Pero esque tu no eres "La gente", tu eres Tom! O mejor dicho, eres un muñeco de Tom.
- Lisbeth, escuchame... No estas enferma, estas enamorada.
- Mira... muñeco de Tom...
- ¡Calla!
- ¡No quiero callarme!
- ¡Te callarás como yo me llamo Tom Kaulitz!
- ¡Tú no te llamas Tom Kaulitz!
- Lisbeth despierta, por dios. No importa si piensas en mi, o me tienes presente para intentar arreglar tú vida. DA IGUAL. ¿Eres feliz así?
- Más o menos...
- ¡Pues ya está! Solo vales tú en tu vida, y nadie más.
- ¿Y tú, Tom? ¿Tu no vales?
- Yo valdré todo lo que tu quieras. Tendré el valor que tú me des, seré tan importante como tú quieras. Pero esa medida la pondrás tú y nadie más.
- Con la tonteria me has ayudado.
- Lo sé. Sabes que siempre puedes pedirme ayuda.
- Gracias, muñeco de Tom.
- De nada. Y recuerdalo: Pasa de todo el mundo :)


Y así Lisbeth alimentó más su enfermedad, su obsesión y su amor por él. Un amor que siempre se ha quedado donde lo empezó. En sus sueños.

1 comentario:

  1. Como historias sin sentido¿?
    Sin darte cuenta acabas de ayudar a una persona osea se a mi xD
    te kierooooooo muxo muxo muxo (LL)

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